Diálisis, trasplante renal

Debe iniciarse la preparación del paciente para diálisis cuando presente cifras de creatinina sérica de  4mg/dl o el aclaramiento de creatinina sea inferior a 25 ml/min. El tratamiento con diálisis periódica se indicará de forma precoz para evitar en lo posible complicaciones cardiovasculares, por lo general con filtrado glomerular inferior a 10-15 ml/min.

El trasplante renal supone para los pacientes diabéticos con indicación de recibirlo el tratamiento de elección, ya que aporta una mayor calidad de vida. La supervivencia de los pacientes diabéticos sometidos a un trasplante renal ha mejorado de forma importante en los últimos años, hasta aproximarse (aunque sigue siendo menor) a la de los pacientes no diabéticos.

El paciente diabético no debe ser excluido de un programa de diálisis o de trasplante por su condición de diabético, teniendo las mismas contraindicaciones que el paciente no diabético.

Los pacientes con DM 1 pueden ser tributarios de un doble trasplante pancreático y renal. El trasplante pancreático debe ser considerado como una alternativa terapéutica aceptable en pacientes con IRC preterminal o IRCT establecida, en los que sea viable el trasplante renal. El trasplante pancreático no compromete la supervivencia del paciente y puede mejorar la supervivencia del injerto renal restaurando la normoglucemia.

En ausencia de TR, el TP sólo debe ser considerado en circunstancias especiales: historia de complicaciones metabólicas agudas graves y frecuentes; problemas clínicos y emocionales incapacitantes; fracaso del tratamiento insulínico para evitar complicaciones agudas graves.

Actualizado (Lunes, 01 de Marzo de 2010 20:52)