Fundamento

  • Aunque bajo el término genérico de nefropatía diabética se incluyen todas las manifestaciones renales secundarias a la diabetes, en la práctica dicha denominación se reserva solo para la afectación glomerular (glomeruloesclerosis difusa o nodular) y arteriolar (arteriolosclerosis). Otras afecciones renales de la diabetes son la ateromatosis de la arterias renales y sus grandes vasos, la necrosis papilar, la pielonefritis, la uropatía obstructiva neurógena y el síndrome del hipoaldosteronismo hiporreninémico.
  • Sobre su frecuencia varía mucho de unas series a otras, aceptándose de forma general que en la DM1 la desarrollan un 35% a los 20 años del inicio y de ellos el 75% pasarán a enfermedad renal terminal (ERT) en unos 15 años. En la DM2 se presenta en un 10-15% a los 20 años del inicio, pero solo un 15% pasarán a ERT al cabo de 15 años. Sin embargo, debido a la mayor prevalencia de DM2, el porcentaje de diabéticos en ERT es de un 60% para DM2 y 40% para DM1.
  • La nefropatía diabética (NPD) constituye la causa más importante de enfermedad renal terminal en los países industrializados (31%), seguida de la HTA (26%), glomerulonefritis (14%), enfermedad quística (3%) y otras causas (26%).En los programas de diálisis , los pacientes incluidos a causa de la diabetes en España representan del 20 al 23 %. Llama la atención en la Comunidad Autónoma de Canarias, la prevalencia de pacientes con NPD en programas de tratamiento renal sustitutivo se sitúa en torno al 40%.
  • La incidencia acumulada es menor en pacientes con DM2 que en DM1. Sin embargo la prevalencia de DM2 es 10 a 15 veces mayor que la DM1. Por esto el 60-90% de los pacientes diabéticos que inician programas de diálisis-transplante son pacientes con DM2. Factores como el envejecimiento relativo de la población, el incremento de DM2 y la mejoría de la supervivencia de estos pacientes están produciendo un aumento significativo de casos de Insuficiencia Renal secundaria a NPD.
  • Los pacientes con diabetes tienen un riesgo cardiovascular entre 2 y 4 veces superior al observado en la población general, riesgo que se incrementa aún más si estos pacientes desarrollan nefropatía.
  • Los pacientes con NPD presentan un mayor riesgo de presentar retinopatía, neuropatía y pie diabético..
  • La microalbuminuria tanto en la DM 1 como DM 2 representa un indicador de riesgo, relacionándose con una mayor morbimortalidad cardiovascular (Borch-Johnnsen , 1987 ; Lewis E , 2001; Parving HH , 2001). Esto puede ser así por la frecuente asociación entre la microalbuminuria y determinados factores de riesgo cardiovascular: elevación de la tensión arterial, alteración del perfil lipídico, anomalías en la coagulación, etc..,representando por tanto el marcador de riesgo más potente de mortalidad, especialmente de origen cardiovascular, en la DM2.Estos dos aspectos de la microalbuminuria en cuanto a su gran morbimortalidad y coste socio-sanitario hace relevante su detección , y más cuando en fases de microalbuminuria puede revertir o retrasar el deterioro renal. Microalbuminuria se considera la fase inicial de la nefropatía diabética, que evolucionaría de forma espontánea hacia la proteinuria e incluso a la insuficiencia renal.
  • Pero tal vez lo más importante desde el punto de vista de la Atención Primaria es que en los últimos años han surgido suficientes evidencias científicas que demuestran que un diagnóstico precoz y tratamiento de la NPD va a revertir, detener o enlentecer su evolución a Enfermedad Renal Terminal (ERT) , y esta mejoría es mucho mayor cuanto antes se instaure dicho tratamiento, de ahí la necesidad de un diagnóstico precoz (detección de microalbuminuria y cálculo del filtrado glomerular).
  • El deterioro de la función renal del diabético es un proceso progresivo en el tiempo y que se manifiesta clínicamente en varios estadios:
    • estadío I y II: existe un aumento del filtrado glomerular e hipertrofia renal, seguido de aumento de grosor de la membrana basal glomerular, pero sin alteración en la excreción proteica (puede haber microalbuminuria intermitente en respuesta al ejercicio o en fases de mal control glucémico).
    • estadío III o NPD incipiente: definida por la aparición de microalbuminuria (30-300 mg/día o 20-200 mg/min) en ausencia de infección urinaria. Suele iniciarse la elevación de la tensión arterial.
    • estadío IV o NPD establecida: ya existe glomeruloesclerosis y proteinuria (proteínas en orina >500 mg/24h. o albuminuria >300 mg/día). El 75% de los enfermos presentan HTA y existe un mayor o menor grado de retinopatía.
    • estadío V o insuficiencia renal: tras 7-10 años de proteinuria persistente. Se define por niveles de creatinina plasmática >2 mg/dl. Hay elevación de la tensión arterial, la retinopatía siempre está presente y la afectación cardiovascular es muy frecuente.

Actualizado (Jueves, 18 de Marzo de 2010 12:49)