Complicaciones crónicas: La piel
Fundamento y Lesiones más frecuentesFundamento En la fisiopatología de las manifestaciones cutáneas de la diabetes se han implicado anomalías vasculares tanto macro como microvasculares (arteriolas, capilares y vénulas), mayor predisposición a las infecciones, alteraciones neuropáticas, exceso de metabolitos circulantes, aumento en la colágena glucosilada insoluble, etc. y algunas de ellas de causa desconocida. Existen diversas clasificaciones sobre los problemas dermatológicos de los pacientes diabéticos, la mayoría muy extensas, ninguna lógica. Desde un punto de vista práctico se describirán solamente aquellas lesiones cutáneas asociadas claramente con la diabetes mellitus y aquellas secundarias al tratamiento.
Acantosis Nigricans
Necrobiosis lipoídica
Eritema diabético
Escleredema diabeticorum.- Rara afección en la que se aprecia un engrosamiento e induración de la piel por depósito de mucopolisacáridos en la dermis. Aparece más frecuentemente en la parte superior del tórax y región posterior del cuello, extendiéndose de forma lentamente progresiva hacia cara y hombros, llegando rara vez a abdomen, brazos o manos. Afecta a diabéticos de larga evolución, generalmente obesos y con complicaciones cardiovasculares coexistentes. Es más frecuente en mujeres y en mayores de 40 años. Es asintomático e inocuo, y no existe ningún tratamiento. Cuando se acompaña de eritema diabético hay que hacer diagnostico diferencial con la celulitis. Piel cérea y engrosada en dorso de manos y pies.- Hasta un 30% de los diabéticos insulinodependientes y de un 10-60% de los diabéticos no insulinodependientes tienen engrosamiento e induración de la piel de dorso de manos y pies, que da lugar a cierta limitación en la movilidad de las articulaciones de dichas zonas. La severidad de esta afección se correlaciona con las complicaciones microangiopáticas. Se demuestra ante la imposibilidad de aproximar las superficies palmares de las articulaciones interfalángicas. Se relaciona con la hemoglobina glicada (HAB1C), siendo la mejora del control glucémico su único tratamiento.
Diversos factores presentes en las personas diabéticas favorecen la presentación de determinadas infecciones en la piel y de que éstas sigan un curso más desfavorable; de entre esos factores destacan las alteraciones inmunológicas que conllevan una disfunción de las células fagocíticas y una disminución de su migración al foco de infección, la hiperglucemia que favorece el crecimiento de ciertos hongos y la propia microangiopatía y neuropatía que hace que disminuyan las defensas ante las agresiones externas. Candidiasis.- Su presentación es bastante frecuente en los diabéticos mal controlados especialmente en sus formas de vulvovaginitis (la causa más frecuente de prurito vulvar en las diabéticas) o de intertrigo submamario o inguinal. También es frecuente su presentación en glande e interdigital. Para el tratamiento es conveniente un correcto control glucémico junto a la aplicación tópica de antimicóticos.
Paroniquia candidiásica crónica.- Es la infección del repliegue ungueal por cándidas. Existe enrojecimiento, cierto dolor e hinchazón de dicho repliegue, junto a pérdida de la cutícula, favoreciendo de este modo la sobreinfección bacteriana secundaria. El tratamiento correcto consiste en la aplicación, en el repliegue ungueal, de antisépticos tópicos durante el día y de una pomada o ungüento antimicótico durante la noche, durante semanas o meses. El correcto control glucémico acelera su curación.
Dermatofitosis.- La infección crónica por hongos tricofitos de los pies y de los pliegues interdigitales de los mismos (tiña pedis), es más frecuente en la población diabética. Su verdadera importancia no esta en la propia micosis, sino en que van a ser una buena puerta de entrada para infecciones bacterianas secundarias, que pueden comprometer seriamente la integridad del pie. Por ello, el tratamiento ha de ser precoz y enérgico, con antimicóticos tópicos o incluso por vía general, previa realización de un cultivo micológico. Piodermitis.- No son más frecuentes, pero sí de mayor gravedad y extensión en los diabéticos. Destacan la forunculosis de repetición al nivel de la barba y la erisipela estreptocócica asociada o no a celulitis estafilocócica sobre todo al nivel de piernas y pies. Su diagnóstico requiere un tratamiento precoz, enérgico y prolongado con antibióticos de amplio espectro, junto al tratamiento tópico. Se debe aumentar la monitorización de la glucemia ya que son frecuentes las descompensaciones. También son frecuentes los impétigos, las foliculitis y las celulitis. Eritrasma.- Producido por el Corynebacterium minutissimum (difteroide), es bastante frecuente en diabéticos obesos. Aparecen placas bien delimitadas, pardo-rojizas, con descamación superficial, en pliegues inguinales, axilares, submamarios y con menos frecuencia interdigitales. Se trata con eritromicina (500 mg/6h.) durante 1 semana y/o antimicóticos tópicos. La pérdida de peso y evitando la humedad en las zonas mencionadas previene en parte la recidiva.
Otras lesiones frecuentes
Actualizado (Viernes, 05 de Marzo de 2010 00:38) |
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